Después de un día paseando por Santiago de chile, y a falta de 5 días de ir a Isla de Pascua, decidimos coger un autobús para cruzar a Mendoza, Argentina.
Se pasó toda la noche lloviendo sin parar. Cuando sonó el despertador a las 7 de la mañana acabamos recoger las mochilas y salimos hacia la estación de autobuses.
Como siempre yo no había querido comprar los billetes con antelación por si a última hora cambiábamos de opinión y nos queríamos quedar.
Al llegar fuimos directos a por los billetes, al parecer mientras en Santiago había estado lloviendo, en las montañas de la frontera (que está a unos 4000 metros) había estado nevando. después de esperar más de media hora, tal y como nos recomendó la chica de la taquilla, no me quedó más remedio que convencerme de que no abrirían la frontera en un par de días... fue frustrante quedarnos atrapados en Santiago, que hasta entonces no nos había gustado especialmente y donde nos tendríamos que quedar 5 días.
Por segunda vez durante el viaje, las cosas no salían tal y como las habíamos planeado y teníamos que buscar alternativas.
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