Comienza nuestra pequeña gran aventura!!

5 meses, 10 países, más de 30000 kilómetros, en avión, coche, autobús o lo que sea necesario... Todo para cumplir un sueño. Hacer un viaje por las américas. ¡Esperamos que os guste!

domingo, 19 de junio de 2011

La rumba en la Chiva


En un continente en el que quien más y quien menos se marca un baile a lo Dirty dancing, ¿qué pueden hacer un par de españolitos? La respuesta era sencilla, ¡la rumba en la chiva!
Todo comenzó a las 8 de la tarde, bueno en Cartagena noche. A esa hora nos subimos a la Chiva, un autobús de banco corrido, con los laterales abiertos, y pintado de mil colores llamativos. En el banco de detrás la banda, compuesta por cantante, percusionista y acordeón. En el banco de delante el vendedor de maracas. El resto de la chiva aún estaba vacía.
Primera canción y arranque de motores para comenzar a recoger al resto de la gente. Y con el primer movimiento de brazos bailando, el vendedor enseñándonos las maracas y ofrenciéndolas por 30.000 pesos colombianos (12 euros). Las miramos y le decimos que no estamos interesados a lo que intenta negociar... 20.000 así llevas un recuerdito a casa....
Después de como media hora recogiendo gente, estábamos casi llenos. Segundo intento del vendedor de maracas que ahora ha bajado de la chiva y se me acerca desde la calle. En este momento todo el mundo que ha subido a la chiva tiene su par de maracas. Venga niña que todo el mundo está rumbeando y tu cómo no... te las dejo en 10.000... en este momento es cuando le explico que no es un tema del precio es que no estoy interesada porque estoy en un viaje largo y no puedo cargar cosas pero que le agradezco que me las rebaje tanto... el tío no entiende el concepto de no comprar suvenirs y sigue insistiendo.. el autobús arranca y sube a el de un salto...
Sigue la rumba. En una de las paradas aprovechamos para comprar unas cervezas de vendedores ambulantes que nos las acerca a la chiva. Nuestro amigo el vendedor de maracas no entiende el concepto de comprar cervezas y no maracas y vuelve a insistir; venga guapa mira tengo estas más pequeñas, ideales para la maleta... no no pero muchas gracias... venga ni que sea un par, las separas y una para ti una para el... venga que te las dejo en 5.000 (2 euros)... no no gracias de verdad... joer sabía que se me daba bien regatear pero esto supera todo lo anterior!!!!!
Cuando la chiva estaba llena repartieron un cubo con hielo, una botella grande de cola y un botella de 0,5 litro de licor por fila, y ala botellón y rumba en la chiva. Poco a poco la gente se iba animando.
Al rato parada en la muralla y encuentro de todas las chivas, imaginaos el cachondeo. Sólo diré que Joan acabó con un cuenco con frutas en la cabeza... de ahí de vuelta de la chiva a comer unas arepas de huevo y a una discoteca a bailar Salsa.
Ya en la discoteca acabamos conociendo a una colombiana que vive en San Sebastián y que nos presentó a su hermana y dos amigos. Al final de la noche acabé hablando de guerrilla con uno de los chicos que resultó ser un policía.
En fin, ¡Toda una experiencia!

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