Comienza nuestra pequeña gran aventura!!

5 meses, 10 países, más de 30000 kilómetros, en avión, coche, autobús o lo que sea necesario... Todo para cumplir un sueño. Hacer un viaje por las américas. ¡Esperamos que os guste!

viernes, 19 de agosto de 2011

Cañón del Colca


Con un desnivel de 3191m es el segundo cañón más profundo del mundo (no listillos el primero no es el gran cañón, es el cañón del Cotahuasi, que también está en los alrededores de Arequipa). Desde Arequipa contratamos una excursión para bajar al fondo del cañón, dormir en lo que llaman el oasis y subir de nuevo al día siguiente.
Comenzamos a andar de bajada a eso de las 10 de la mañana. El camino era seco y pedregoso. Cuanto más bajábamos más calor hacía. Pasamos de un paisaje con montañas nevadas al fondo a una zona árida. Nuestro grupo resultó ser bastante majo y enseguida hicimos migas con un chico colombiano, Cristian.
Llegamos a nuestra primera parada a eso de las 13, allí nos tenían preparado un almuerzo de lo más genuino: sopa de quinua de primer plato y lentejas con carne de llama de segundo. Hacía bastante calor y aún nos quedaban 3 horas...
Cuando retomamos el camino, 2 chicas irlandesas que venían en el grupo pusieron la directa. Llevaban a todo el grupo corriendo detrás de ellas, especialmente a mí, que no llevo demasiado bien lo de andar con calor. Mi cara debía ser un poema porque el guía se me acercó en un par de ocasiones y me dijo que si quería me quedara a mi ritmo y me reenganchara con el grupo que venía detrás. No sabía lo cabezota que soy...Cuando llegamos al oasis el guía estaba alucinando de lo rápido que habíamos hecho el camino.
El oasis resultó ser un sitio de lo más agradable. Había cabañas para dormir, una piscina y mucha vegetación. No había luz eléctrica en todo el camping, bueno solo en el comedor, así que en cuanto se hizo de noche teníamos que andar con linternas.
A eso de las 8 mientras nos servían la cena los guías, porque en el oasis había varios grupos, se fueron acercando a las mesas para avisarnos de que para los que les costase mucho subir, había la posibilidad de hacerlo en mula. No se si fue casualidad pero Luís, nuestro guía se me acercó un par de veces para decírmelo. En cuanto acabamos de cenar nos fuimos directos a dormir.
A las 4:45 ya estábamos en pie. A las 5 nos reunimos con el resto del grupo para empezar a subir los 1000m de desnivel que teníamos hasta la parte donde la furgoneta nos recogería. Todos nos quedamos sorprendidos al ver que las irlandesas que el día anterior nos habían llevado con la lengua fuera habían decidido subir en mula, y que por tanto estaban aún durmiendo.
Cuando empezamos la ascensión era completamente de noche, y aún se veía el cielo espectacular lleno de estrellas. A pesar de que hacía frío las primeras dos cuestas bastaron para darnos calor. Durante la caminata fue amaneciendo. Sólo por las vistas y por ver el cielo estrellado desde el fondo del cañón merece la pena la excursión.
Al no hacer calor no me costaba subir. El guía en seguida se quedó atrás con una alemana que venía en el grupo y a la que le costaba subir. El resto fuimos subiendo en grupo. Cuando llevábamos unas dos horas de camino de repente apareció la alemana subida en una mula. Se ve que a la segunda cuesta había decidido que era demasiado y había vuelto al oasis a contratar a la mula. El pobre guía venia detrás al paso de la mula, ¡aún no me explico como! A partir de entonces el guía se quedó con el grupo. A los pocos minutos nos separamos porque íbamos a diferentes ritmos. Cuando el guía me  vio subiendo como una rosa, después de ver la cara que tenía el día anterior (que la caminata era más fácil, porque era de bajada), no se lo podía creer.
Llegamos a la cima en dos horas y media (media hora antes de lo previsto). Al final me quedó la satisfacción de saber que fui la única de las chicas que no se rajó y subió a pie. Además mucho mejor que el resto del grupo, que llegó más tarde que nosotros.

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